lunes, 29 de diciembre de 2008

Estados Unidos Septiembre 2008 - Nueva York

Tres semanas para mi primer viaje a Estados Unidos: una semana en Nueva York y otras dos recorriendo la costa este en coche. No podía esperar para empezar el viaje!!







Preparativos:


Viajar a un pais como Estados Unidos es fácil y no hay mucha complicación en la preparación del viaje más allá de lo imprescindible: billetes de avión, alojamiento, divisas, y en este caso también coche. Los billetes de avión para Nueva York no son caros y es relativamente fácil encontrar buenas ofertas. Cómo siempre a través del buscador de vuelos de sitiosdondeir encontramos billetes a buen precio. Para el alojamiento vimos en seguida que la semana en Nueva York iva a ser complicado encontrar buenos precios aún con mucho tiempo de antelación, sin embargo fuera de Nueva York todo lo contrario. Decidimos pués reservar alojamiento en Nueva York y dejar el resto a la improvisación, para tener toda la flexibilidad en nuestro viaje "on the road". Vimos millones de hoteles y apartamentos en el buscador de hoteles de sitiosdondeir, y acabamos reservando el Milford Palza, cerca de Times Square.


Nueva York:

La llegada a la "gran manzana" fué espectacular: a medida que fuimos entrando en la ciudad en el taxi que nos llevaba del aeropuerto al hotel iva aumentando nuestra excitación, reconociendo sitios que habíamos visto millones de veces en el cine y la tele. La verdad es que es una sensación extraña. Una vez vez en el hotel, dejamos las cosas rápidamente en la habitación casi sin fijarnos en ella y bajamos impacientes por pasear por las calles de Nueva York. Como buenos turistas fuimos derechos a Times Square (a una manzana del hotel) y como era la hora de cenar hicimos lo que todos nuestros amigos yankees nos habían dicho que no hicieramos: cenamos en Times Square, en el bar de Forrest Gump de hecho. Comaprando precios mas tarde nos dimos cuenta de la clavada que nos metieron por comer cuatro guarradas (diferentes tipos de fritos: gambas, aros de cebolla, patatas...) . Lo dicho, turistas 100%, pero bueno, para el primer contacto es lo que apetecía, la verdad.




Y al día siguiente a recorrer la ciudad: nos pillamos el metro hasta la primera parada en Brooklyn y desde allí empezamos cruzando el puente de Brooklyn hacia Manhattan. Pudimos admirar la famosa silueta de la ciudad con todos sus rascacielos, a lo lejos se divisa la estatua de la libertad. Todavía perdura esa sensación especial de reconocer edificios y paisajes del cine.





Al cabo de un rato andando ya eso casi desaparece y ya vimos Wall Street y el Financial District en general sin tanta emoción la verdad. mucho turista haciendo fotos y poco más. Después fuimos subiendo hacia el norte y llegamos a chinatown. Realmente el 90% de la gente que ves es china, todo los negocios son chinos, puestos en la calle, escaparates con todo tipo de productos, vendedores que te susurran productos prohibidos al oido...cambio brutal tan sólo con cruzar una calle. Descubriremos que es algo característico de esta ciudad: los distintos barrios o incluso zonas dentro de ellos están muy marcados y prefectamente delimitados.





Seguimos subiendo desde chinatown y llegamos al Soho, tiendas de moda a precios desorbitados, lofts con un cierto aire bohemio pero todo muy cuidado y arreglado. Seguimos nuestro camino y nos encontramos con el famoso Flatiron: uno de los primeros rascacielos de Nueva York y también uno de los más famosos devido a su característica forma triangular, acabando en punta realmente estrecha.
Finalmente llegamos a la famosa quinta avenida y seguimos subiendo hasta el mítico Empire State Building. Sin darnos cuenta es de noche. Hemos pasado el día sin tansiquiera pararnos a comer, sobreviviendo gracias al los "hot dogs" que hemos ido probando en distintos puestos callejeros. Pues nada, ¿que mejor que admirar la vista nocturna de Nueva York desde el Empire State Building? Pues arriba que vamos. No hay nada de cola para subir, que por lo que hemos leido es raro, pero aún así el ambiente arriba no es precisamente el tranquilo y romántico de las películas, sino una marabunta de gente empujandose para acercarse a las vallas exteriores y hacer la mejor foto. Las vistas, eso si, impresionantes. Para terminar el día una cena rápida en antro de pizzas y ensaladas, y a dormir.
A partir de ahí ya no tengo los días en Nueva York tan claros. Vamos directamente a lo más destacable. El museo de historia natural para mi aburrido y poco interesante. He visto varios museos del estilo más interesantes, al menos para un profano en el tema como yo. Eso si nos dió la oportunidad de comer un famoso perrito del Grey's papaya, ya que quedaba cerca. Central Park la verdad es que impresiona, en medio de una ciudad..."tan ciudad". Está muy bien cuidado, también muy lleno de gente, pero es tan grande que puedes encontrar algún rinconcillo tranquilo.
Finalmente lo que más me gustó de Nueva York, el village: desde donde estamos podemos ver una cancha de baloncesto callejera en la que un grupo de gente echa un partidillo, en la acera de enfrente hay un par de tiendas de guitarras de todo tipo, usadas, nuevas, firmadas por los gitarristas más famosos, junto a ellas una mujer vende camisetas de grupos mientras baila la musica de estos, y en la calle de al lado varios clubs se preparan para las actuaciones de la noche. Mola. Pudimos ir a uno de estos garitos, el Café Wha, y nos lo pasamos en grande. Hicieron un concierto "para todos los públicos" un grupo muy numeroso fué tocando diferentes estilos para contentar a todos.