Efectivamente, tras levantarnos muy pronto y ponernos hasta arriba en el buffet del hotel, nos vamos a dar una vuelta por Roses. Hace un día buenísimo, y la imagen de la playa soleada con los pirineos nevados al fondo resulta curiosa.
Después del breve paseo nos metemos en el coche y salimos hacia Cadaqués. La carretera es estrecha y llena de curvas, pero preciosa. Es el paisaje característico del parque natural del Cap de Creus, y con el mar al fondo...nos encantó. Atrás podemos ver Roses, y delante Cadaqués.
Ya en Cadaqués, nos costó un poco aparcar, y tuvimos que acabar haciendolo en el parking de la entrada del pueblo.
Cadaqués es un pueblecito precioso, calles estrechas con casitas blancas...y el mar...la hostia. Me quedo con la idea de que tengo que volver con más tiempo para poder hacer alguna inmersión por aqui, seguro que merece la pena.
Pero como no tenemos mucho tiempo (hay que llegar a dormir a Avignon), cogemos el coche y seguimos hacia Port Lligat. Es una pequeña cala de pescadores perteneciente a Cadaqués y famosa porque ahí está la casa de Dalí, abierta ahora para visitar. Como no hemos llamado tenemos mil personas delante, asi que decidimos no entrar para no perder tiempo y la vemos solo por fuera.
Seguimos nuestro camino hacia Port de la Selva. Encontramos un pueblo más grande, con una playa larga y de arena. También tiene un puerto de pesca y se respira mas un aire de pueblo de pescadores.